ARNALDO DONOSO ACEITUNO, NUEVO GRADUADO DEL DOCTORADO EN LITERATURA LATINOAMERICANA
Arnaldo Enrique Donoso Aceituno obtuvo recientemente el grado de Doctor en Literatura Latinoamericana, con la tesis titulada “El pensamiento ecológico de Luis Oyarzún”. La tesis, aprobada con máxima distinción, fue guiada por el profesor emérito Mauricio Ostria González. Compartimos una breve entrevista realizada al Dr. Donoso.
¿Cuáles son los aportes fundamentales a los estudios literarios de su tesis doctoral?
El aporte fundamental, me parece, se encuentra en la mirada específica con la que el estudio aborda al autor, a Luis Oyarzún, intelectual de la generación de 1938, en particular su escritura íntima y ensayística. De un lado, puede señalarse que la investigación revisita las intuiciones y hallazgos de la crítica precedente para evaluarlos y darles un marco más consistente en términos téoricos y culturales, a partir de los desarrollos en humanidades ambientales y ecocrítica; de otro lado, considero que la insistencia sobre el diario y los ensayos de Oyarzún era una tarea ineludible, toda vez que no daban demasiadas posibilidades de interpretación especulativa, pues apela a la realidad. En este sentido, situar el pensamiento ecológico de Oyarzún de acuerdo a sus propias coordenadas, y no someterlo a una operación analítica de “cajas de herramientas”, era necesario. Era necesario inscribirlo como un producto desarrollado en determinadas condiciones, una modernidad que nos ha sido bastante elusiva, un cosmopolitismo que sigue las rúbricas del pensamiento más americano, pero que se proyecta al futuro y a lo universal, en tanto sus preocupaciones ecológicas son todavía vigentes y, más que eso, urgentes. Había que balancear esa posición afirmativa con el análisis literario, textual, archivístico y discursivo-cultural. Creo o, más bien, espero, que eso se perciba en la senda reflexiva que probé poner por escrito.
¿Qué significa para usted ser graduado del programa de Doctorado en Literatura Latinoamericana?
Para mí es una gran satisfacción y fue un gran desafío, ya que en nuestro programa se encuentra uno de los especialistas más relevantes en el campo de los estudios ecocríticos, Mauricio Ostria, mi profesor guía. Ostria y Juan Gabriel Araya allanaron el camino para que la lectura mediomabiental de textos literarios y culturales se abriera espacio en nuestro medio y en la disciplina de los estudios literarios en Chile. Su experiencia y rigurosidad fueron muy importantes para pensar a Oyarzún desde la perspectiva que ya he resumido. Lo mismo se puede decir respecto de todos los funcionarios, profesores y compañeros del programa. El apoyo de ellos y en especial de la dirección en este periodo especial que estamos viviendo, debido a la pandemia, es algo que aprecio mucho.
¿Qué proyecciones tiene como investigador?
Lo de las proyecciones me parece más cercano que distante. He venido trabajando en diversos proyectos e investigaciones por lo que eso que llaman “proyección” ya lo asumo como mi trabajo del día a día. En lo más cercano, hay un par de textos sobre el pensamiento ecológico de Luis Oyarzún, es decir, derivados de la investigación que dio cuerpo a la tesis, que están por publicarse. Por otro lado, me he interesado recientemente por las conexiones entre la reflexión sobre el Antropoceno, la finitud y la extinción, como plataforma de lectura para otros géneros y disciplinas. Por lo pronto, lo bueno sería ir enmadejando de a poco un cuerpo de reflexiones que me permita pensar en ciertas prácticas literarias y culturales que tengan que ver con lo medioambiental ya en un nivel material o ya en un nivel más abstracto.